Un área de hasta 40 m² es considerado un espacio pequeño, no obstante, teniendo en cuentas ciertos conceptos de diseño puedes rediseñar de manera mucho más funcional.
Es primordial tener en cuenta la función de cada espacio, para así determinar las condiciones del diseño, ¿es un espacio pequeño destinado para una oficina, para un comercio o para una vivienda? Una vez tengas la respuesta puedes iniciar.
Los MATERIALES, colores claros, pisos, paredes y techos, buscando generar mayor rebote de luz, generando amplitud visual y sensación de ambiente exterior.
La DISTRIBUCIÓN de almacenaje y de trabajo son claves, se puede implementar muebles multipropósitos, verticales con anchos pequeños para no desperdiciar áreas útiles.
Siempre en el momento de proyecto es fundamental la ESPACIALIDAD, el espacio se debería percibir continuo y sin muchos recargos. Los niveles y divisiones interiores reducen el espacio y pueden generar una sensación de aislamiento.
La ILUMINACIÓN natural amplía la sensación visual del espacio, además que genera confort. Es importante encontrar elementos que optimicen su uso como ventanas grandes, patios, lucernarios y puertas vidrieras.
La utilización de algunas especies de NATURALEZA estratégicamente ubicadas puede enfatizar una sensación de exterioridad, ampliando las perspectivas y diluyendo la sensación de confinamiento.
Optimiza ese pequeño espacio con un buen diseño y así aprovecha de la mejor manera los recursos.