En ocasiones debemos tomar la decisión de intervenir y modificar partes de nuestra vivienda, ya sea para restaurar una pared, agregar o ampliar un espacio o simplemente porque queremos cambiar la estética de nuestro hogar u oficina, esto puede lograrse con la ayuda de una ampliación o una remodelación.
Muchas personas suelen confundir estos dos términos que son importantes en el sector de la construcción, ya que tienen aspectos en común pero cuentan con propósitos diferentes y se deben tener claros para llevarlos a cabo.
La ampliación: consiste en agregar una habitación o espacio a una vivienda u oficina que ya se encuentre construida.
La remodelación o modificación: cuando se lleva a cabo un ajuste a la distribución del espacio. Puede darse más fácilmente al momento de la construcción del inmueble, sin negar que pueda realizarse algún cambio ya con la vivienda construida.
Algunos ejemplos de la remodelación es cuando se coloca un techo al estacionamiento de la vivienda, se unen dos recámaras para volverla más grande o se aumenta el espacio de una habitación tumbando alguna pared.
Se debe de tener en cuenta cuál es la necesidad que se tiene para establecer de manera acertada lo que más conviene llevar a cabo, todo esto para ahorrar tiempo, recursos, inversión y estar prevenido ante algunas limitaciones o circunstancias no planeadas que pueden presentarse.
Es importante consultar a un experto en el tema para recibir una asesoría adecuada para planear, hacer un presupuesto y tomar las decisiones necesarias para llevar a cabo el proceso.
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